lunes, 17 de mayo de 2010

MICRORELATOS



A- La escritura:

LOS APEROS

Es noche cerrada cuando los aperos se agolpan en mi mesa. Un extraño cristal azulado perfila migajas de hormigas melódicas. Algo parecido al latido del mar empieza a crujir en el corazón abierto del papel. El sosiego se apodera de mí, aunque las musas no logren su cadencia: sonoros silencios se arrugan sin un final.


MI PRIMERA VEZ

Amanece una mañana de otoño con la naturaleza enredada en los árboles, un sol decrépito penetra por los ventanales. Mientras los compañeros se preparan, siento mi incapacidad. Abro mis sentidos a cualquier solpo de vida. Quieto, en soledad, voy perdiendo ilusiones, no tengo la culpa de ser diferente. La oscuridad que me envuelve acopla el baile más dulce.
Dan las doces, un mundo de alegria cubre el pabellón; comienza la cacería. En duermevela espero el transcurso del tiempo. De pronto, un tacto me toma con dulzura, siento su curiosidad perfumando cada una de mis palabras, sus pupilas acarician mi piel de celulosa y tinta, su mirada viva provoca las estolas de mi ser. El murmullo aumenta, se hace inquietante. Con histeria una voz irrumpe:
"¡ Basta, Fina!, siempre el mismo truco para conseguir el libro más nuevo".

1 comentarios:

vittorio dijo...

Irene,ya el rincón de Paz es como un oasis apenas vislumbrado en los sueños,pero siempre deseando.. que algun dia se pueda alcanzar de forma plena.Con esa ilusión y ese deseo vivimos.. Podremos algun dia encontrar ese rincon en el desierto con murmullos de besos y suave música de felicidad ? sigue así Paz en tu rincon,sintiendo TU MISMA Y SOBRE TI,el magnificat de Haendel y si en tus energias caben,mandanos esa paz que te sobra.Ten por seguro que el hijo de mi madre te lo agradecerá in eternum.

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